Suavemente desparramado, en algún cordón, con una Quilmes al lado de mi corazón, un par de poemas reprimidos, que ya no sirven más, que te aseguro nena, él no te los va a dar, y yo ahora se que no, no te importo nada, pero algún día caerás a mí, por eso no llores a quien no te ama, ama a quien llora por ti, en el interior de un bar también me podrás encontrar, ahogando penas en un vaso tratando de olvidar que le brindaste tus ojos, y el te hizo una herida profunda nena, que mi guitarra no suena, está triste y siempre adentro de su funda y no la toco
miércoles, 23 de noviembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario